Art Nouveau y Modernismo
La Viena del cambio de siglo fue una de las ciudades donde se vio nacer al Modernismo. También en la arquitectura los maestros de la construcción abrieron nuevos caminos. Por encima de todos fue Otto Wagner quien moldeó el paisaje urbano de Viena hasta nuestros días. Antepuso una variante geométrica del Art Nouveau. Sus edificios son estructuras, claras y ordenadas en su mayoría, siguiendo un patrón simétrico; práctico y sobrio. Los edificios más importantes de Wagner en Viena son las estaciones, las balaustradas y puentes del antiguo tranvía (hoy las líneas U4 y U6), la Majolikahaus (Casa Mayólica) y la Musenhaus (Casa de las Musas) de la Wienzeile, la Iglesia de San Leopoldo en Steinhof y la Caja Postal de Ahorros. Una parte arquitectónica a destacar de la arquitectura Art Nouveau fue la decoración. Se utilizó principalmente en la composición de los exteriores. Mármoles, vidrios, azulejos, aplicaciones de metal, estucos coloridos o dorados refinaban los edificios.
Ornamentos florales es lo que se encuentra también en uno de los edificios de Art Nouveau más importantes, la Secesión de Viena. Construido en 1898 por Joseph Maria Olbrich, es el primer edificio reservado a exposiciones de la Europa central, destinado a albergar piezas de arte moderno. Otro de los representantes más importantes del Art Nouveau vienés fue Josef Hoffmann. Sus villas del Distrito 19 nos hacen llegar hasta nuestros días las impresiones del estilo predominante de la época.
Adolf Loos
Adolf Loos se pronunció en contra de cualquier decoración para los edificios y propagó la funcionalidad pura de la arquitectura, distanciándose así claramente del Art Nouveau. La Looshaus en la Michaelerplatz es el mejor ejemplo de su obra: En lugar de cargar exteriores e interiores con ornamentación, optó por materiales de alta calidad. La "casa sin cejas" (llamada sí porque le faltaban los habituales frontones encima de las ventanas) fue un shock para los vieneses burgueses acostumbrados al Historicismo y para el emperador Francisco José, quien podía contemplar la casa desde el Hofburg y la detestaba.
La Primera Guerra Mundial y la caída de la monarquía en 1918 significaron también el final del Art Nouveau vienés. La vivienda social de la Viena roja moldeó la arquitectura vienesa del periodo de entre guerras.
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