El accionismo vienés se considera la contribución más importante de Austria a la vanguardia internacional de posguerra. Se considera el movimiento artístico nacional más importante, pero a menudo también el más controvertido después de 1945. Al fin y al cabo, el accionismo vienés fue una confrontación artística radical y agitada con el Estado, la Iglesia y la sociedad de la Austria de los años sesenta y setenta. Tematizó el cuerpo humano y su psique sin tabúes. Desde el punto de vista de la historia del arte, el accionismo vienés estuvo protagonizado por cuatro artistas de Viena: Hermann Nitsch, Günter Brus, Otto Mühl y Rudolf Schwarzkogler. Por cierto, el término «accionismo vienés» no fue acuñado por el propio grupo, sino más tarde por el artista Peter Weibel.

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El Wiener Aktionismus Museum, que abrió sus puertas en primavera de 2024, es el resultado de una iniciativa de coleccionistas de arte privados que han conseguido reunir la mayor colección de accionismo vienés. Incluye tanto pinturas como fotografías, películas, bocetos y gráficos de las acciones llevadas a cabo sobre todo por los cuatro principales representantes del movimiento bajo gran interés público. La colección se compone de obras creadas entre 1957 y 1973, con la década de 1960 como periodo central. En dos niveles y un total de 900 metros cuadrados, una pequeña parte de la colección de 17 000 piezas se presenta en forma de exposiciones temporales (1-2 al año). 

El museo presenta el accionismo vienés como un movimiento artístico multifacético y cuyos protagonistas tenían estilos propios. Cabe destacar que el accionismo vienés no solo era radical, sino que también destacaba por su enorme calidad artística. El museo ofrece un amplio programa divulgativo para apoyo de los visitantes. Cuenta con numerosas visitas guiadas y una guía digital, además de personal cualificado para responder a cualquier pregunta.