En Viena pueden verse imágenes, cuadros y otros recuerdos de la decimonónica emperatriz Isabel (más conocida por Sisí) en museos, cajas de bombones, postales... en todas partes. Sisí sigue estando de moda en la actualidad. Su historia es revisada una y otra vez y cada generación crea su propia versión de la trágica emperatriz de Viena. Sin embargo, el foco de atención sigue siendo el mismo: se habla de su belleza, de sus vestidos, de sus depresiones, de sus trastornos alimentarios, de su ejercicio físico excesivo y de su afanosa búsqueda de la eterna juventud.
La auténtica mujer tras esta imagen creada a lo largo de 125 años queda en segundo plano. El retrato más famoso de la emperatriz fue pintado por Franz Xaver Winterhalter en 1865 y puede contemplarse en el Museo Sisí. Está considerado un icono de la mítica emperatriz y ha contribuido a difundir su fama y belleza por todo el mundo. Con motivo del inicio del mes de la mujer el día 1 de marzo, sobre el cuadro original (que todos los años atrae a millones de personas de todo el planeta) se ha colocado un nuevo retrato de Sisí que conduce la mirada de los visitantes apartándola de las apariencias y centrándola en lo esencial.
El cuadro “Sisi’s New Portrait” (nuevo retrato de Sisí) muestra un poema reducido y minimalista que incluye datos de la emperatriz que han quedado ocultos tras su imagen.
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Remember women for who they were. Not for what they looked like.