El colorido otoño de Viena tiene mucho que ofrecer, incluso si solo se dispone de un día. Las combinaciones de colores de los árboles, la famosa cocina vienesa y las excelentes exposiciones de los museos hacen de Viena un lugar mágico en otoño.
Si bien los días se tornan más cortos y fríos, también ganan en color. Es precisamente en otoño cuando se debe ir a la naturaleza y adentrarse en la ciudad. Las posibilidades son infinitas. En esta guía le hablaremos de paseos pintorescos, delicias gastronómicas y eventos culturales de primer orden para que pase un día de otoño perfecto en Viena.
Por la mañana: comer y pasear
Empiece el día con fuerza: junto a la segunda entrada del Cementerio Central de Viena se encuentra la pastelería Kurkonditorei Oberlaa, que tienta con desayunos abundantes y una pastelería deliciosa. Conviene visitarla con tiempo y hambre y así disfrutar de la variedad de tartas, montaditos, pasteles, bombones y almendrados que ofrece. A continuación, puede dirigirse a la puerta principal del mayor cementerio de Viena. A los lados de su vía principal se encuentran las tumbas de varios genios de la música, como Ludwig van Beethoveny Franz Schubert, pero también Falco y Udo Jürgens.
El amplio jardín del Cementerio Central de Viena está envuelto en una atmósfera única. La parte judía del cementerio es particularmente silvestre, e invita a pasear sin rumbo. Es fácil toparse con ardillas, zorros, hámsteres e incluso corzos, prueba viviente de que los animales habitan realmente la ciudad. El recinto es especialmente popular entre los aficionados a salir a correr en Viena, donde, como es evidente, también se puede hacer en sitios poco habituales.
La línea 71 de tranvía lleva a los visitantes desde todas las entradas del Cementerio Central al centro de Viena en media hora. Nuestra próxima parada es la estación Burgring. Antes de llegar hay mucho que ver, como la fuente Hochstrahlbrunnen de Schwarzenbergplatz o la Ópera Nacional de Viena de la Ringstraße.
¿Clásico o moderno? Tardes bajo el signo del arte en los mejores museos de Viena. Muchos de ellos se encuentran a un paso de la parada «Burgring». Los amantes de las bellas artes y la arquitectura imperial encontrarán un espacio ideal en el Museo de Historia del Arte de Viena. El mumok se recomienda tanto por su impresionante estilo arquitectónico como por su variada colección. El Museo Leopold posee la mayor colección del mundo de Egon Schiele y numerosas obras maestras de Gustav Klimt.
Después de un día tan movido, el estómago ruge. El Glacis Beisl en el MuseumsQuartier tiene en su carta todos los clásicos de la cocina vienesa, desde Tafelspitz hasta Grammelknödel, así como una amplia selección de vinos austriacos. Pero no olvide dejar un hueco para las palomitas, porque a un paseo de solo cinco minutos, lo suficiente para digerir la cena, espera el cine Burg Kino, en la Ringstraße, que es el mejor sitio para acabar una velada tranquila. Las películas de la cartelera son todas en versión original, y algunas están subtituladas en alemán, por lo que la experiencia es todo lo auténtica posible.
