El Thell es probablemente el local más innovador de Viena desde más de 50 años. Desde su fundación en 1973 y antes conocido como Motto, el Thell es un local imprescindible entre los de su categoría. Con motivo de su 50.º aniversario se optó por rebautizarlo en honor a su fundador, Franz Thell.

Tas una discreta puerta metálica, nos recibe el espacio de un restaurante de alta cocina diseñado con clase, además de uno de los bares del momento. El encanto industrial de los desnudos muros contrasta con los bancos acolchados con un llamativo verde, resultando una mezcla óptica muy interesante.

Además del impresionante interior, el Thell también es conocido por mantener su cocina abierta hasta la medianoche. Los trasnochadores van en busca del legendario filete tártaro o del schinkenfleckerl gratinado. La carta ofrece clásicos de la cocina austríaca, con platos destacados de la gastronomía más variopinta del mundo. En el estiloso bar se sirven bebidas y cócteles entre un pintoresco público, a menudo mientras un Dj pone la mejor música de fondo. Algo que merece la pena ver es el bello diseño del jardín interior del local.