Debido a que no pueden ser vistos desde la calle, en Viena se podría pasar por las más hermosas terrazas sin darse cuenta. Como en el MuseumsQuartier: el Glacis Beisl de aquí no es del todo fácil de encontrar, ya que está en la parte trasera del MuseumsQuartier. Ahí espera una acogedora terraza ajardinada con castaños, plantas trepadoras, susurrantes fuentes y cocina vienesa.

La Taberna Amerling en Spittelberg ofrece un lugar idílico de estilo Biedermeier que merece la pena ver: En el patio interior puede uno sentarse rodeado de una antigua arcada (Pawlatschen) y bajo un grueso techo de hiedra. Asimismo, la vinoteca Josefstadt es un oasis verde oculto que ofrece el ambiente de un Heuriger en medio de la ciudad. Parras vírgenes, fuentes, un kiosco y una buena copa de vino proporcionan el ambiente adecuado.

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Este ambiente típico de los patios interiores de Viena se conjuga a la perfección, igualmente, con la cocina vienesa de alto nivel. Un festival para la vista lo encontramos en el jardín del Mesón Schreiner con su histórico mirador y unas flores silvestres que crecen de forma natural, donde en primavera florecen las margaritas. La terraza del Silberwirt se oculta en el Schlossquadrat, un complejo de edificios de la época Biedermeier con un laberinto de pequeños patios. En la Wiener Gastwirtschaft im Durchaus se puede comer bajo un verde techo formado por hojas. El local hace honor a su nombre: el patio es realmente el patio de un edificio.

Y es especialmente complejo el diseño del patio del Mill. El jardín se ilumina con los colores más hermosos y la decoración y el interior de Asia. Las paredes están pintadas en color rosa y naranja, la diversidad vegetal lo asemeja a una floristería. La carta está especializada en cocina vienesa.

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En el Palais Coburg también se oculta un oasis verde tras los muros. Los visitantes del restaurante Clementine im Glashaus podrán disfrutar de la magia del jardín de palacio con plátanos, magnolias y pilas de agua que sale a borbotones ante el telón de fondo histórico. El Geschmackstempel está especializado en cocina regional con un toque moderno. La terraza llena de encanto y con un ambiente tranquilo se encuentra en un patio interior al aire libre, pero no solo ella, sino todo el local.

El purista patio interior del restaurante de la Ringstraße, el Salonplafond del MAK. La terraza limita con una amplia pradera, una rareza en la ciudad. Aquí uno puede acomodarse en las butacas que hay a la sombra de un gran árbol. Con abundante verde y un amplio prado, el Gartencafé también destaca, con un espacioso jardín donde disfrutar de la cocina vienesa. ¡Un par de consejos secretos! El Café Diglas im Schottenstift es un oasis en pleno centro de la ciudad. Los grandes castaños proyectan su sombra sobre un jardín en el patio interior de la Abadía de los Escoceses. El trajín de la ciudad queda al otro lado de las puertas y la sensación del patio interior es paradisíaca. Se podría perfectamente pasar por delante sin reparar en él.