El vienés Friedensreich Hundertwasser (1928-2000), pintor, arquitecto y ecologista inquieto, remodeló por completo la antigua fábrica de muebles de madera curvada Thonet, en el Weißgerberviertel, entre 1989 y 1991, dotando al edificio, hasta entonces muy discreto, de su estilo tan característico. El edificio está repleto de elementos irregulares de cristal, metal, ladrillo, madera y baldosa cerámica de muchos colores. Prácticamente no tiene líneas rectas ni planos. 

Inaugurada como museo en 1991, la Kunst Haus es un ejemplo de sostenibilidad en línea con el espíritu del ecopionero Hundertwasser. Fue el primer museo en recibir la etiqueta ecológica de Austria en 2018. El logo de dicha etiqueta también es obra de Hundertwasser. El edificio se renovó por completo en 2023/24. Al apostar por la hidrotermia, el museo ha logrado mejorar la eficiencia energética en un 75 %. Las ideas de sostenibilidad de Hundertwasser se observan en cada esquina de la Kunst Haus, la cual alberga nada menos que 260 especies vegetales. Las ventanas del edificio están pobladas por diez árboles, los cuales buscan crear un efecto «bosque». 

Obra de Hundertwasser

En los cuatro niveles del edificio se rinde homenaje al maestro Hundertwasser como artista y diseñador visionario. Las dos primeras plantas albergan una exposición de la obra de Hundertwasser (la única exposición permanente de Hundertwasser en el mundo), que acoge alrededor de 170 de sus obras. Además de innumerables pinturas, grabados, tapices y xilografías, incluye numerosos objetos que ponen de relieve las ideas de Hundertwasser: un «retrete de humus» que produce materias primas, una planta de tratamiento de aguas residuales a base de vegetación, así como maquetas de la planta incineradora de residuos de Spittelau que él mismo diseñó y de sus colinas cubiertas de prado. Las plantas tercera y cuarta del museo acogen exposiciones temporales con increíbles obras de arte contemporáneo.

En la planta baja de la Kunst Haus se encuentra el vestíbulo con la tienda del museo, que se amplió durante la remodelación. También está el Café Friedlich, un oasis gastronómico de aspecto selvático que sirve platos de carne típicos de la cocina vienesa, así como delicias vegetarianas. Allí puede disfrutar de un Wiener Schnitzel o del plato favorito de Hundertwasser: la sopa de ortiga.

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Hundertwasser en Viena

La Kunst Haus no es el único lugar de Viena donde se puede observar el legado de Friedensreich Hundertwasser. A pocos minutos a pie del museo, en la esquina entre Kegelgasse y Löwengasse, se encuentra otro hito de Hundertwasser, la famosa Casa Hundertwasser. Al igual que la Kunst Haus, este curioso edificio tiene un diseño colorido e inusual, suelos irregulares y una exuberante vegetación. Aunque las viviendas no están abiertas al público, se puede ver una película gratuita en la cafetería «Kunstcafe» contigua (en la planta baja), en la que el propio Hundertwasser guía a los visitantes por «su» casa.

La planta incineradora de Spittelau, en el distrito 9, diseñada por Hundertwasser con su estilo único, puede verse a lo lejos . La fachada exterior de la planta incineradora de residuos fue rediseñada por Hundertwasser tras un gran incendio en 1987. El llamativo edificio (y su torre con la esfera dorada) está situado junto al canal del Danubio y puede contemplarse desde muchos ángulos diferentes, por ejemplo a bordo de un barco en un crucero por el canal.

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