El mejor lugar para comenzar un recorrido por este Grätzel es la céntrica Karlsplatz. En esta parte de Viena podrá escapar un poco del ajetreo de la ciudad a la vez que emprende un viaje de descubrimiento. Desde diciembre de 2023, hay otra razón para no perderse esta zona: el completamente restaurado Museo de Viena (Wien Museum), el cual documenta de forma fascinante la historia de la ciudad, desde la época romana hasta la actualidad. Luce un esplendor completamente nuevo tras varios años de rehabilitación y ampliación.

Karlsplatz, punto de encuentro

Karlsplatz está a los pies del Museo de Viena. Se trata de un espacio urbano y lleno de vida durante las veinticuatro horas del día, donde los jóvenes se encuentran con los mayores. La plaza se sitúa en uno de los nudos centrales de transporte más importantes de Viena, un punto estratégico para el transporte público. Gracias al enorme Resselpark, cuenta con una zona predominantemente verde de casi 50 000 m². Karlsplatz se ha despojado cada vez más de la imagen sucia que tenía en el pasado. Locales gastronómicos e instituciones culturales (como la Kunsthalle) complementan la brillante programación temporal de este lugar.

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Citas fijas en el calendario de eventos de Viena incluyen el mercado navideño Art Advent, conocido por su extraordinaria artesanía y comida con certificación ecológica, así como el Popfest Wien, un festival pop de varios días de duración, donde en julio de cada año músicos locales animan la plaza con entrada gratuita. Muchos otros eventos, como el cine gratuito al aire libre Kaleidoskop o el Karlstag, en los que los centros culturales ofrecen un variado programa, atraen a un gran número de visitantes.

Cuando no hay mucho jaleo, a la gente le gusta reunirse para tomar algo junto al gran estanque o en un banco del parque. También se puede visitar uno de los monumentos más bonitos de Viena: la Iglesia de San Carlos, terminada en 1739. Su enorme cúpula verde y su opulento interior son insuperables. Sin duda, una obra maestra de la arquitectura barroca.

El elegante Gußhausviertel

Inmediatamente detrás de la Iglesia de San Carlos, se ubica un Grätzel increíble: el Gußhausviertel de Wieden (el cuarto distrito de Viena). Se trata de un típico barrio de la era guillermina, bastante densamente poblado, situado entre algunos de los monumentos más importantes de la ciudad. El barrio está enmarcado por la Karlsplatz, así como la zona del Belvedere y de la Hauptbahnhof.

El punto de partida perfecto para visitar este Grätzel es la Argentinierstraße viniendo de Karlsplatz. Esta calle es un recuerdo del apoyo financiero brindado por Argentina tras la Primera Guerra Mundial. Uno lo nota al instante. Emana un aire internacional. En algunos puntos, hay una embajada y representación extranjera tras otra, muchas de ellas en magníficos edificios. «En el Gußhausviertel encontramos callejuelas preciosas y edificios de estilo guillermino, muchos de los cuales están en perfecto estado. Aquí hay una gran densidad de palacios antiguos, pero apenas hay edificios municipales», dice el Dr. Philipp Maurer, director del bonito Museo del Distrito de Wieden, ubicado en un antiguo Tröpferlbad (baño público municipal vienés).

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Mirando hacia la Argentinierstraße, se tiene vistas magníficas de la neogótica Iglesia de Santa Isabel (Elisabethkirche). Muchos las disfrutan desde sus bicicletas, ya que esta calle es una de las rutas ciclistas más transitadas de Viena. Conecta la estación principal con el centro de la ciudad. La Argentinierstraße se convertirá en carril bici en otoño de 2024. Las bicicletas podrán circular por todo su ancho. Asimismo, la zona se ajardinará y se restringirá el tráfico. Aunque los ciclistas traen movimiento al Grätzel, aquí las cosas son más bien relajadas. Permite bajar el ritmo y disfrutar del entorno y de su oferta culinaria y cultural. 

Una colorida mezcla gastronómica

Unos metros después de la Iglesia de San Carlos, cruzamos la Gußhausstraße, donde se encuentra la antigua Gußhaus (la fundición de cañones imperial y real), que dio nombre al barrio. Hoy en día, en este lugar se levanta un edificio de la facultad de la Universidad Técnica de Viena (TU). La arquitectura de posguerra de la TU y otros edificios proporcionan grandes contrastes visuales en el barrio. Aquí también se alinean muchos de los puntos gastronómicos más destacados del Grätzel. Los que prefieran la cocina vienesa encontrarán todo lo que buscan en esta zona. El restaurante familiar Buchecker & Sohn sirve deliciosas especialidades vienesas antiguas, incluidos despojos. Las «tapas vienesas» de la casa son una opción más sofisticada. La tradición continúa en la Wiener Wiazhaus. Los clásicos vieneses saben sencillamente de maravilla en este singular restaurante con encanto retro. La cocina vienesa también está a la orden del día en la Gasthaus Artner auf der Wieden, que ha reabierto recientemente después de un proceso de reforma. Su especialidad son los platos de cerdo.

No obstante, el Gußhausviertel también esconde un lado cosmopolita. En Z’som, una pareja tirolesa-chilena sirve platos innovadores que cambian cada mes. Bistronomía en estado puro. Difícil de pasar por alto es Gorilla Kitchen, un híbrido de cafetería, bar y restaurante que sirve comida callejera mexicana. Hablando de bares: Cinco hermanos, los Casolaro Bros, sirven buen rollo y especialidades de Nápoles, su tierra natal, en el restaurante que lleva su apellido. Ideal para disfrutar de un aperitivo en pleno centro de Viena. Otro negocio familiar es Wein & Kunst, una pequeña pero elegante vinoteca regentada por padre e hijo. Tampoco hay que perderse el Carl Ludwig Cafe, en la Favoritenstraße. Ubicado en el jardín del palacio del archiduque Carlos Luis, destaca por sus especiales cafés, dulces y su maravillosa terraza con sillas de colores.

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Otros lugares de interés

Como en todos los Grätzel de Viena, hay que dejarse llevar y disfrutar del ambiente. El Gußhausviertel esconde muchos otros lugares interesantes de todo tipo. La ORF RadioKulturhaus, que se encuentra en la Funkhaus Wien, un edificio protegido del periodo de entreguerras, es una fuente de cultura en este Grätzel. En ella se celebran eventos de toda clase, desde conciertos hasta reuniones. Por otro lado, a pocos metros se encuentra el Teatro Akzent, inaugurado a finales de los años ochenta con un estilo arquitectónico posmoderno. Sus tres salas acogen obras de teatro, cabaret, danza y mucho más.

De camino, el Anton-Benya-Park es un buen lugar para hacer una parada. Este popular oasis verde se ha modernizado y acondicionado recientemente. Una vez recuperado, lo mejor es caminar un poco más hacia el adyacente Elisabethviertel. Alrededor de la Iglesia de Santa Isabel se puede tomar un café y algo que comer al aire libre. En la siguiente esquina, en dirección a la estación central, se encuentra toda una institución: el Café Goldegg. Si quiere terminar aquí su recorrido por el Grätzel, lo mejor es disfrutar de la cocina y repostería de este tradicional café vienés. Déjese rodear por sus bellos interiores, con paneles en las paredes, tapicería de felpa verde oscuro, lámparas de araña de latón y mucho más.