La Exposición Universal de Viena de 1873 en 25 imágenes
La Exposición Universal de 1873 convirtió Viena en una gran metrópoli. Fue el motor del desarrollo de Viena hacia una ciudad cosmopolita. Presentamos aquí un viaje al año 1873 en imágenes que son testimonios del pasado. Ya sean fotografías (se trata de la primera exposición universal ampliamente documentada fotográficamente), ilustraciones, gráficas, caricaturas o planos: todos permiten hacer un repaso histórico de los elementos extravagantes, los escándalos y las sensaciones de la época, los datos divertidos, los momentos estelares y las sorprendentes cifras en el contexto de la Exposición Universal.
Mapa
La Rotonda, situada en el centro del Palacio de la Industria y de 108 metros de envergadura, era en 1873 la mayor cúpula del mundo. – La “octava maravilla del mundo” era el doble de grande que la Basílica de San Pedro de Roma. Sin embargo, la población vienesa al inicio la llamó despectivamente “montón de chapa”, “Guglhupf” (por su similitud con el pastel homónimo) o “campana de queso”, y además se colaba el agua por el techo cuando llovía. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
4 metros, 4 toneladas: estas son las características de la corona imperial colocada en la cima de la Rotonda. El tejado descansaba sobre 32 columnas de hierro y la construcción férrea pesaba 4.000 toneladas. La Rotonda podía albergar a 27.000 visitantes… que desgraciadamente se mojaban en caso de lluvia, ya que había goteras en el edificio. Los caricaturistas lo tuvieron muy fácil. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Exactamente 206.270 personas pudieron contemplar las vistas de Viena desde el tejado de la Rotonda. Allí se habían instalado grandes telescopios. Pagando entrada, se podía subir por unas escaleras; más tarde se pudo utilizar un ascensor hidráulico colocado en el interior de una de las columnas férreas. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
El emperador alemán Guillermo I fue uno de los visitantes que subió al tejado de la Rotonda. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Desmontar la Rotonda habría sido demasiado costoso, de manera que continuó existiendo y se convirtió en el segundo símbolo de la ciudad tras la Catedral de San Esteban. Hasta que el 17 de septiembre de 1937 fue destruida por un incendio. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Quiebras, mala suerte y averías. La población vienesa había organizado con gran entusiasmo la hasta entonces mayor exposición universal, pero la quiebra de la Bolsa, una epidemia de cólera, largas fases de mal tiempo y los elevados precios de las entradas eclipsaron su éxito. La entrada a la ceremonia de inauguración costaba 25 florines, dinero con el que habría podido sobrevivir durante tres semanas una familia obrera de cuatro personas. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
El balance: en lugar de los previstos 20 millones de visitantes, vinieron solo apenas unos 7,3 millones entre el primero de mayo y el 2 de noviembre de 1873. Coste total: 19.123.270 florines y 80 cruceros; ingresos: 4.256.349 florines y 55,5 cruceros. Resumiendo: malo para el erario público, pero impagable para el desarrollo de la ciudad. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
El balance: esta exposición universal fue la quinta de la historia y la primera en un país germanoparlante, pero superó con creces a sus antecesoras en lo que se refiere a la superficie (116.342 m² de superficie expositora: doce veces más que la de 1862 en Londres). Participaron 35 estados soberanos y 53.000 expositores. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
El recinto de la exposición incluía un pabellón artístico de 7.000 m² con paredes repletas de objetos, dos pabellones más pequeños (que son los únicos edificios que se conservan de la exposición) y otro edificio artístico (el llamado Kunsthof). Se mostraron 6.600 obras de arte creadas posteriormente a 1862 (el año de la Exposición de Londres). El mayor número de obras procedía de Francia. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
También los productos artesanos tradicionales tuvieron mucho éxito en la Expo: empresas tales como J. & L. Lobmeyr (objetos de cristal, entre ellos una magnífica araña) o Jarosinski & Vaugoin (objetos de plata) ganaron muchas de las preciadas medallas. Estas empresas todavía hoy en día son figuras emblemáticas de la artesanía vienesa. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Por primera vez, el Japón se presentó al mundo a lo grande en Viena. Esto provocó el llamado “japonismo”, que influyó sobre el arte (especialmente en el de Gustav Klimt) y la artesanía. Las habas de soja traídas a la Expo por la delegación japonesa empezaron a difundirse por todo el mundo desde Viena. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
La Exposición Universal de Viena fue la primera en la que, además del Japón, se presentaron otros países al público europeo de manera exhaustiva: Marruecos, Egipto, Túnez, el Imperio Otomano y Persia. He aquí una imagen de la sección de China y Persia. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
La Expo como evento social: el emperador Francisco José visitó la exposición 48 veces. Hicieron acto de presencia 33 príncipes reinantes, entre ellos el zar de Rusia, el emperador de Alemania, el rey de Italia y (el día 3 de agosto de 1873) el sah de Persia Nāsir al-Dīn, un evento que causó sensación. Para la ocasión, Johann Strauss (hijo) interpretó la Marcha Persa, lo que al compositor le valió que se le otorgara la Orden del Sol. Sin embargo, hay que mencionar que el Palacio de Laxenburg, en el que se alojaron el sah y su séquito formado por unas 60 personas, tuvo que ser restaurado después de su partida. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Los objetos británicos expuestos incluían, entre otros, pizarras, carbón, menas, minerales y cortinas de papel. Lo que más atrajo la atención del público fueron las joyas de Lady Georgina Dudley (una dama de la alta sociedad victoriana) valoradas en 25.000 florines. Su robo, ocurrido en la estación de Paddington el día 12 de diciembre de 1874, es uno de los crímenes más famosos y nunca fue esclarecido. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
La autoridad marina de Trieste presentó un sistema de señalización compuesto de faro, telégrafo óptico y cuerno de niebla. Este último indicaba todas las tardes el cierre de la exposición mediante tres largas y ruidosas señales, lo que asustaba a los visitantes de la terraza del faro y molestaba a los asistentes a los conciertos del pabellón musical. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
El día de la inauguración de la Exposición Universal se mandaron 10.567 telegramas desde la estación telegráfica de Viena. El más largo constaba de 4.555 palabras. En la Exposición se presentaron también varios modelos de telégrafo. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Hacerse una idea general de todo lo expuesto en un solo día era algo imposible: para la visita de toda la Exposición se habría tardado 40 días en conseguirlo. El Periódico Internacional de la Exposición recomendaba a sus lectores en una guía una visita sistemática, el uso de un cuaderno de notas y una buena dosis de tranquilidad: “El que quiere ver muchas cosas no ve nada.” | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Johann Strauss (hijo) lo había conseguido: actuar en exclusiva en el recinto con su conjunto musical. La acústica de la Rotonda, sin embargo, no era muy buena; el pabellón musical erigido con prisas al respecto tampoco tuvo mucho éxito, ya que solo la orquesta estaba a cubierto, los precios de las entradas eran elevados y Strauss casi nunca dirigía. Pero Strauss consiguió ganarse de nuevo la opinión pública mediante conciertos realizados fuera del recinto. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Gracias a la gran variedad de ofertas gastronómicas, los visitantes hambrientos podían realizar un viaje culinario alrededor del mundo (foto de la cervecería Dreher), pero los precios excesivos, las pequeñas raciones y la calidad de la comida causaron un gran revuelo. El actor de teatro János Szika se quejó con razón de que en el restaurante inglés le sirvieron un pollo “que ya no tenía la intención de ser degustado y había decidido empezar a descomponerse”. A lo que el actor “tiró la cosa al suelo”. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Un restaurante curioso era el “Wigwam”. La idea del empresario neoyorquino Boehm & Wiehl triunfó: el bar fue todo un éxito, sobre todo los cócteles. Estos apenas eran conocidos en Viena (Sherry Cobbler, Mint Julep, Catawba Cobbler…) y se aspiraban mediante una pajita, algo también completamente nuevo en la época. En el Wigwam, la archiduquesa María Valeria (que entonces tenía cinco años) quiso que le cantaran y danzaran la canción “Yankee Doodle”. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Algo muy curioso fueron los 500 carritos con ruedas producidos por la empresa Fischer & Meyer que servían para desplazarse por el recinto y que podían ser alquilados pagando y eran dirigidos por guías elegantemente vestidos de librea. También la Corte imperial mandó construir algunos para su propio uso. En la imagen puede verse una fotografía estereoscópica, algo muy moderno en la época que creaba una imagen tridimensional utilizando un estereoscopio. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
A principios de julio de 1873, la Sociedad Austríaca de Ferrocarriles de Montaña inauguró un funicular hasta la colina del Leopoldsberg, en la periferia de la ciudad, que también estaba expuesto en el recinto. Los dos vagones podían transportar 100 personas cada uno cada diez minutos salvando una altura de 242 metros. El trayecto duraba unos cinco minutos. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Se esperaba la asistencia de hasta 20 millones de personas, hasta unas 30.000 al día. Se crearon al efecto numerosos hoteles, entre ellos el elegante (y todavía existente) Hotel Imperial (originalmente un palacio creado para el duque Felipe de Württemberg). Era el único hotel del imperio que podía llevar el título de “K. k. Hofhotel” (hotel de la corte imperial real). | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
El 24 de octubre de 1873 se inauguró la primera conducción de agua de manantial de Viena, que hasta el presente suministra a la ciudad de Viena agua fresca de montaña procedente de los Alpes tras haber recorrido un trayecto de 95 kilómetros. Su símbolo visible desde lejos es la fuente situada en la Schwarzenbergplatz, que fue inaugurada solemnemente por el emperador Francisco José. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
La tarea de los miembros del jurado era de gran responsabilidad, al igual que agotadora. Tuvieron que examinar unas 30.000 botellas de vino y 60.000 licores y aguardientes. Entre los 25.572 galardones se contaron 8.687 medallas al mérito, 2.929 medallas al progreso, 2.162 medallas para los colaboradores, 977 medallas artísticas, 310 medallas al buen gusto, 10.066 diplomas de reconocimiento, así como 441 diplomas de honor. – Solemne entrega de premios realizada el 18 de agosto de 1873, día del cumpleaños del emperador. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
La Rotonda, situada en el centro del Palacio de la Industria y de 108 metros de envergadura, era en 1873 la mayor cúpula del mundo. – La “octava maravilla del mundo” era el doble de grande que la Basílica de San Pedro de Roma. Sin embargo, la población vienesa al inicio la llamó despectivamente “montón de chapa”, “Guglhupf” (por su similitud con el pastel homónimo) o “campana de queso”, y además se colaba el agua por el techo cuando llovía. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
4 metros, 4 toneladas: estas son las características de la corona imperial colocada en la cima de la Rotonda. El tejado descansaba sobre 32 columnas de hierro y la construcción férrea pesaba 4.000 toneladas. La Rotonda podía albergar a 27.000 visitantes… que desgraciadamente se mojaban en caso de lluvia, ya que había goteras en el edificio. Los caricaturistas lo tuvieron muy fácil. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Exactamente 206.270 personas pudieron contemplar las vistas de Viena desde el tejado de la Rotonda. Allí se habían instalado grandes telescopios. Pagando entrada, se podía subir por unas escaleras; más tarde se pudo utilizar un ascensor hidráulico colocado en el interior de una de las columnas férreas. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
El emperador alemán Guillermo I fue uno de los visitantes que subió al tejado de la Rotonda. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Desmontar la Rotonda habría sido demasiado costoso, de manera que continuó existiendo y se convirtió en el segundo símbolo de la ciudad tras la Catedral de San Esteban. Hasta que el 17 de septiembre de 1937 fue destruida por un incendio. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Quiebras, mala suerte y averías. La población vienesa había organizado con gran entusiasmo la hasta entonces mayor exposición universal, pero la quiebra de la Bolsa, una epidemia de cólera, largas fases de mal tiempo y los elevados precios de las entradas eclipsaron su éxito. La entrada a la ceremonia de inauguración costaba 25 florines, dinero con el que habría podido sobrevivir durante tres semanas una familia obrera de cuatro personas. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
El balance: en lugar de los previstos 20 millones de visitantes, vinieron solo apenas unos 7,3 millones entre el primero de mayo y el 2 de noviembre de 1873. Coste total: 19.123.270 florines y 80 cruceros; ingresos: 4.256.349 florines y 55,5 cruceros. Resumiendo: malo para el erario público, pero impagable para el desarrollo de la ciudad. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
El balance: esta exposición universal fue la quinta de la historia y la primera en un país germanoparlante, pero superó con creces a sus antecesoras en lo que se refiere a la superficie (116.342 m² de superficie expositora: doce veces más que la de 1862 en Londres). Participaron 35 estados soberanos y 53.000 expositores. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
El recinto de la exposición incluía un pabellón artístico de 7.000 m² con paredes repletas de objetos, dos pabellones más pequeños (que son los únicos edificios que se conservan de la exposición) y otro edificio artístico (el llamado Kunsthof). Se mostraron 6.600 obras de arte creadas posteriormente a 1862 (el año de la Exposición de Londres). El mayor número de obras procedía de Francia. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
También los productos artesanos tradicionales tuvieron mucho éxito en la Expo: empresas tales como J. & L. Lobmeyr (objetos de cristal, entre ellos una magnífica araña) o Jarosinski & Vaugoin (objetos de plata) ganaron muchas de las preciadas medallas. Estas empresas todavía hoy en día son figuras emblemáticas de la artesanía vienesa. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Por primera vez, el Japón se presentó al mundo a lo grande en Viena. Esto provocó el llamado “japonismo”, que influyó sobre el arte (especialmente en el de Gustav Klimt) y la artesanía. Las habas de soja traídas a la Expo por la delegación japonesa empezaron a difundirse por todo el mundo desde Viena. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
La Exposición Universal de Viena fue la primera en la que, además del Japón, se presentaron otros países al público europeo de manera exhaustiva: Marruecos, Egipto, Túnez, el Imperio Otomano y Persia. He aquí una imagen de la sección de China y Persia. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
La Expo como evento social: el emperador Francisco José visitó la exposición 48 veces. Hicieron acto de presencia 33 príncipes reinantes, entre ellos el zar de Rusia, el emperador de Alemania, el rey de Italia y (el día 3 de agosto de 1873) el sah de Persia Nāsir al-Dīn, un evento que causó sensación. Para la ocasión, Johann Strauss (hijo) interpretó la Marcha Persa, lo que al compositor le valió que se le otorgara la Orden del Sol. Sin embargo, hay que mencionar que el Palacio de Laxenburg, en el que se alojaron el sah y su séquito formado por unas 60 personas, tuvo que ser restaurado después de su partida. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Los objetos británicos expuestos incluían, entre otros, pizarras, carbón, menas, minerales y cortinas de papel. Lo que más atrajo la atención del público fueron las joyas de Lady Georgina Dudley (una dama de la alta sociedad victoriana) valoradas en 25.000 florines. Su robo, ocurrido en la estación de Paddington el día 12 de diciembre de 1874, es uno de los crímenes más famosos y nunca fue esclarecido. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
La autoridad marina de Trieste presentó un sistema de señalización compuesto de faro, telégrafo óptico y cuerno de niebla. Este último indicaba todas las tardes el cierre de la exposición mediante tres largas y ruidosas señales, lo que asustaba a los visitantes de la terraza del faro y molestaba a los asistentes a los conciertos del pabellón musical. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
El día de la inauguración de la Exposición Universal se mandaron 10.567 telegramas desde la estación telegráfica de Viena. El más largo constaba de 4.555 palabras. En la Exposición se presentaron también varios modelos de telégrafo. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Hacerse una idea general de todo lo expuesto en un solo día era algo imposible: para la visita de toda la Exposición se habría tardado 40 días en conseguirlo. El Periódico Internacional de la Exposición recomendaba a sus lectores en una guía una visita sistemática, el uso de un cuaderno de notas y una buena dosis de tranquilidad: “El que quiere ver muchas cosas no ve nada.” | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Johann Strauss (hijo) lo había conseguido: actuar en exclusiva en el recinto con su conjunto musical. La acústica de la Rotonda, sin embargo, no era muy buena; el pabellón musical erigido con prisas al respecto tampoco tuvo mucho éxito, ya que solo la orquesta estaba a cubierto, los precios de las entradas eran elevados y Strauss casi nunca dirigía. Pero Strauss consiguió ganarse de nuevo la opinión pública mediante conciertos realizados fuera del recinto. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Gracias a la gran variedad de ofertas gastronómicas, los visitantes hambrientos podían realizar un viaje culinario alrededor del mundo (foto de la cervecería Dreher), pero los precios excesivos, las pequeñas raciones y la calidad de la comida causaron un gran revuelo. El actor de teatro János Szika se quejó con razón de que en el restaurante inglés le sirvieron un pollo “que ya no tenía la intención de ser degustado y había decidido empezar a descomponerse”. A lo que el actor “tiró la cosa al suelo”. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Un restaurante curioso era el “Wigwam”. La idea del empresario neoyorquino Boehm & Wiehl triunfó: el bar fue todo un éxito, sobre todo los cócteles. Estos apenas eran conocidos en Viena (Sherry Cobbler, Mint Julep, Catawba Cobbler…) y se aspiraban mediante una pajita, algo también completamente nuevo en la época. En el Wigwam, la archiduquesa María Valeria (que entonces tenía cinco años) quiso que le cantaran y danzaran la canción “Yankee Doodle”. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Algo muy curioso fueron los 500 carritos con ruedas producidos por la empresa Fischer & Meyer que servían para desplazarse por el recinto y que podían ser alquilados pagando y eran dirigidos por guías elegantemente vestidos de librea. También la Corte imperial mandó construir algunos para su propio uso. En la imagen puede verse una fotografía estereoscópica, algo muy moderno en la época que creaba una imagen tridimensional utilizando un estereoscopio. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
A principios de julio de 1873, la Sociedad Austríaca de Ferrocarriles de Montaña inauguró un funicular hasta la colina del Leopoldsberg, en la periferia de la ciudad, que también estaba expuesto en el recinto. Los dos vagones podían transportar 100 personas cada uno cada diez minutos salvando una altura de 242 metros. El trayecto duraba unos cinco minutos. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Se esperaba la asistencia de hasta 20 millones de personas, hasta unas 30.000 al día. Se crearon al efecto numerosos hoteles, entre ellos el elegante (y todavía existente) Hotel Imperial (originalmente un palacio creado para el duque Felipe de Württemberg). Era el único hotel del imperio que podía llevar el título de “K. k. Hofhotel” (hotel de la corte imperial real). | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
El 24 de octubre de 1873 se inauguró la primera conducción de agua de manantial de Viena, que hasta el presente suministra a la ciudad de Viena agua fresca de montaña procedente de los Alpes tras haber recorrido un trayecto de 95 kilómetros. Su símbolo visible desde lejos es la fuente situada en la Schwarzenbergplatz, que fue inaugurada solemnemente por el emperador Francisco José. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
La tarea de los miembros del jurado era de gran responsabilidad, al igual que agotadora. Tuvieron que examinar unas 30.000 botellas de vino y 60.000 licores y aguardientes. Entre los 25.572 galardones se contaron 8.687 medallas al mérito, 2.929 medallas al progreso, 2.162 medallas para los colaboradores, 977 medallas artísticas, 310 medallas al buen gusto, 10.066 diplomas de reconocimiento, así como 441 diplomas de honor. – Solemne entrega de premios realizada el 18 de agosto de 1873, día del cumpleaños del emperador. | Wien Museum: Exposición Universal de 1873
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© Wien Museum
Fuentes: