Fiesta verde
Chez Bernard
El séptimo piso del hotel Motto alberga una maravilla para los entusiastas de la naturaleza. Chez Bernard, restaurante y bar, llama la atención no solo de los huéspedes del hotel. Aquí puede uno gozar de cócteles y comida de alta calidad en un ambiente vegetal. Desde el techo y entre los asientos crecen plantas como helechos, filodendros y begonias en todas sus formas. Abundantes detalles en cristal transmiten la sensación de encontrarse en un jardín de invierno. En la primavera se inaugura también la terraza de la azotea. Las vistas de los tejados de Viena son tan maravillosas como las plantas del interior.
Adlerhof
El Adlerhof se ha transformado. En el mejor sentido de la palabra, puesto que el Adlerhof ha sido completamente remodelado, conservando solo el nombre de esta antigua típica tasca vienesa. Sin embargo, algunos bellos elementos antiguos han cobrado nueva vida en cooperación con el taller de diseño Karasinski. La escalera de caracol se conectó con la planta baja y ahora atrae todas las miradas del jardín de invierno del restaurante.
Hansen
El Hansen se encuentra situado en el sótano del antiguo edificio de la Bolsa, en la Ringstrasse. Este edicio de ladrillo rojizo no pasa desapercibido. Como tampoco la abundante decoración vegetal del interior del local. Y es que el restaurante comparte espacio con la tienda Lederleitner, la mejor de Viena en cuanto a plantas, maceteros e inspiración para la decoración tanto exterior como interior. Las plantas generan una verdadera atmósfera de jardín de invierno y forman una barrera de separación verde entre la tienda y el restaurante. Una vez entre plantas, los huéspedes pueden entregarse enteramente al placer culinario de inspiración italiana y productos regionales. La carta se actualiza con regularidad y el menú está salpicado de interesantes toques de la temporada correspondiente. Los risottos de colores son una especialidad de la casa y pueden elaborarse al estilo vegano si se desea.
Calienna
En el Calienna de la calle Neubaugasse, en el cual se combinan desde el año 2020 el sabor del café con las plantas exóticas, no solo se escalda el café sino que se dedica mucho esmero al interior. La oferta abarca plantas de interior, café recién hecho del tostadero vienés Süssmund procedente de México, una tienda y un estudio creativo. Los encargados de la gestión tienen como objetivo transformar espacios mediante decoraciones vegetales y proyectos de diseño creativos y convertirlos en oasis de bienestar y crecimiento.
Palmenhaus
La Palmenhaus, la última gran orangerie de los Habsburgo, estuvo reservada exclusivamente a los miembros de la familia imperial desde su inauguración en 1902 hasta la proclamación de la república. En invierno, el invernadero es una cervecería de 15 metros de altura y una cúpula de cristal que desde 1998 ofrece refugio especialmente frente al frío invernal, con un interior ajardinado que recuerda a unas vacaciones en la selva. Desayunar en su jardín de invierno es tan popular como disfrutar de sus cócteles nocturnos, mientras que las vistas al Burggarten hacen que la pastelería de la casa sepa todavía mejor.
Ponykarussell
Este impresionante edificio provisto de una cúpula se edificó en 1887 y fue durante muchos años la gran atracción infantil del parque de atracciones del Prater. Los ponys ya llevan mucho tiempo jubilados, sin embargo el Ponykarussell sigue activo, ya que ha sido reinaugurado en parte como jungla y en parte como carrusel y hace que también den vueltas los placeres gastronómicos. El luminoso interior cuenta con las condiciones perfectas para que el verde de sus plantas despliegue todos su esplendor. Los papeles pintados de las paredes muestran llamativos motivos de plantas y animales, mientras que el órgano de la empresa Molzer situado en el centro recuerda los tiempos pasados del Prater. Lo mejor son los desayunos, también veganos.
Hannelore
Los cócteles y el sonido electrónico convierten el Hannelore en el club de cócteles más actual de la ciudad. Abundante vegetación y un mobiliario suave como el terciopelo evoca la acogedora atmósfera de un jardín de invierno en el número 6 de la Dorotheergasse. El gran árbol situado en el centro del bar no proporciona sombra, pero completa el aspecto verde del local. Más de 24 tipos de ginebra pueden ser degustados aquí. Y dicen que el cóctel llamado “Rabbithole Daiquiri“, de un color anaranjado chillón, le llega a uno al alma. Convénzase usted mismo.
